Nacimos para estar juntos.

Se que comprendes que pobres resultan las palabras para describir la alegría y toda la maravilla de lo que siento por ti. Si intentara definir el significado especial que le has dado a mi vida, no podría hacerlo. Por lo tanto, solo te diré ‘gracias’ y sé que comprenderás.

Tú eres la diferencia entre perder mi camino y sentirme en casa… entre abandonarme a mis temores y escuchar a mi corazón, entre representar un papel y sentirme libre para actuar sin máscaras, entre dejarme vencer por mis problemas e intentarlo una vez más.

Es tan tranquilizador saber que cuando los problemas o las exigencias del mundo exterior nos agobien podemos contar con la calidez y el apoyo del otro para recuperarnos. Allí estaremos, unos para el otro, en los mejores momentos, y también en los peores: celebrando el éxito y atenuando el dolor del fracaso; compartiendo la magia de los sueños y trabajando juntos para hacerlos realidad.

Disfrutamos una relación que nos permite de nosotros mismos. Cuando abrimos nuestro corazón revelando nuestros más íntimos pensamientos y secretos confiamos en que el otro los cuidará.

Ambos comprendemos que no siempre se hará todo de la manera que desearíamos… y cuando cedemos un poco mas de lo que querríamos no se trata de una derrota, sino de una inversión, porque sabemos que si elegimos compartir nuestras vidas algunas veces tendremos que renunciar a una parte de nosotros mismos, para ganar mucho mas juntos.

Compartes mi alegría en los buenos momentos y me ayudas a recuperar el humor durante los malos. Tu presencia hace que todo sea un poco mas fácil y tan distinto.

Oyes con la sensibilidad necesaria para escucharme de verdad, miras con la profundidad necesaria para verme de verdad y siempre encuentras el modo de hacerme sentir que soy importante para ti.

Tú acentúas mis cualidades y haces que me enorgullezca de ellas, posees el don de extraer lo mejor de mí, disimulando aquellos defectos que quisiera ocultar a los ojos de todos; sé que los conoces y los perdonas, y me ayudas a mejorar.

Porque lo valioso es que sabemos quienes somos y como somos en nuestro interior: por eso y a pesar de eso nos queremos. Confío en que me enseñarás a ser paciente cuando el mundo me pida demasiado, a ser tolerante cuando otros me juzguen y me ofrecerás tu apoyo leal cuando los demás me den la espalda.

Qué fortaleza me brinda la intimidad que compartimos… la alegría que me provoca el sonido de tu voz, la felicidad que conozco siempre que estoy contigo.

Quisiera retribuirte, de algún modo, todo lo que me has dado haciendo mi vida tan plena:

*La calidez de tu compañía.

*La profundidad de tu comprensión

*la constancia de tu apoyo

No me pides nada a pesar de que nada que pudiera darte alguna vez sería demasiado.

Si no estas junto a mi, cada canción, cada lugar, cada amanecer y cada atardecer todo me trae tu recuerdo y todo me inunda de nostalgia. Entonces, de pronto, vuelves y me parece que alguien me ha hecho el mejor de los regalos.

No te hablo muy a menudo del profundo valor que tiene tu apoyo para mí. Es la serenidad que me calma en los momentos de confusión, es el consuelo que alivia mi más profunda tristeza, o el coraje que tantas veces me impide abandonar la lucha y me alienta a continuar.

Tampoco te dije muy a menudo qué importante es para mí que me ofrezcas siempre tus brazos abiertos cuando necesito que me contengan, tus oídos atentos cuando necesito que me escuchen y a ti cuando necesito que me amen.

Entonces, qué mejor modo que éste para agradecerte por ser simplemente la persona más importante en mi vida: porque has hecho por mí más que nadie.(aunque no parezca.) y significas más para mí que cualquier otra persona en el mundo.

Cuando me obstino por algo tú puedes ver detrás de mis juegos y, con cariño, me llevas a convertirme en la persona que debería ser.

Cuando tengo miedo me dices lo único que necesito escuchar que no viviré más en soledad.

Tu amor lo significa todo.

Es tan reconfortante saber que podemos contar el uno con el otro que entendemos nuestras ideas más complejas y compartimos nuestros más hondos sentimientos, que podamos hablar abiertamente confiando en que nuestras palabras nos serán juzgadas.

Nuestra comunicación es sencilla, enriquecedora y total.

Deseo para nosotros, que continuemos compartiendo nuevos intereses y aventuras, permitiendo, siempre, que nos desarrollemos cada uno en libertad.

Que la fé que tenemos uno en el otro no se altere por ocasiones sentimentales de dolor o enojo:

Porque reconoceremos nuestras diferencias abiertamente y las veremos como oportunidades de aprender y de crecer más unidos y encontraremos en cada desacuerdo la paciencia para escuchar, el coraje para confiar y la fuerza para perdonar.

No olvidaremos jamás las cualidades que nos atrajeron, al principio, en el otro y cuanto las apreciamos todavía.

Inspiremos siempre lo mejor de nosotros mismos en cada uno, festejando todos los logros y acrecentando nuestras fuerzas, confiaremos en los sueños del otro, participando en ellos para que se realicen.

No sabemos que cambios nos esperan más adelante, o a dónde nos conducirá nuestro camino.

Pero sí tengo la certeza de que hoy, estoy aquí por ti: para escucharte o hablarte, para admirarte o consolarte, para darte para pedirte, y para quererte con todo mi corazón.